Propiocepción
- Clinica Rehabilitec
- 4 jun 2019
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La palabra propiocepción deriva de sus raíces “propio-”, que significa de uno mismo; y “-cepción”, que significa consciencia. Es decir, la consciencia de lo propio: la consciencia de la propia postura corporal con respecto al medio que nos rodea. Este artículo pretende ser un resumen para que entiendas su importancia.
A pesar de que no somos conscientes de ello, los componentes de nuestras articulaciones (músculos, tendones y ligamentos) junto con la visión y el equilibrio envían constantemente información al cerebro acerca de su posición con respecto a nuestro entorno, formando una imagen o patrón de la ubicación y estado de cada uno. Esta información es la que le permite a nuestro cerebro fabricar las respuestas, dando como resultado la ejecución de o realización de movimientos precisos. Toda esta información es la propiocepción, y la consideramos un sentido más de nuestro cuerpo.
¿La propiocepción un sentido? Pero… ¿No eran cinco sentidos?
Existen 5 sentidos que todos conocemos: tacto, visión, audición, olfato y gusto. No es que acabe de inventar un sentido, sólo que éstos que hemos mencionado pertenecen a un grupo llamado “sentidos de exterocepción”, puesto que nos permite percibir lo que ocurre en el exterior de nuestro cuerpo.
Todos sabemos también que tenemos cinco órganos de los sentidos exteroceptivos: la piel nos permite el tacto; los ojos nos proporcionan la vista; los oídos captan sonidos (y nos permiten el equilibrio); gracias a la nariz percibimos olores; y la lengua, que nos proporciona el gusto.
La propiocepción, en cambio, es un sentido de interocepción, es decir, gracias a él nuestro cerebro tiene conciencia del estado interno del cuerpo. Nuestro cerebro recibe la información propioceptiva través de los siguientes receptores:
Husos neuromusculares: están en el vientre muscular y se estimulan cuando el músculo se estira de manera leve. Son responsables del reflejo miotático, muy importante, ya que es un reflejo de protección ante un estiramiento brusco (por ejemplo, si sufrimos un tirón en un articulación, la musculatura de alrededor se contraerá para evitar mayores daños).
Órganos tendinosos de Golgi: están en la unión músculo-tendón y en el tendón y se estimulan al alargar de manera pasiva las fibras musculares o al contraer voluntariamente el músculo (cuando aparece una tensión excesiva sobre el tendón que puede conllevar la lesión o ruptura, este receptor manda una señal de relajación al músculo).
Propioceptores capsuloligamentosos: se encuentran en la cápsula y ligamentos e informan a la corteza cerebral de la posición y el movimiento de la articulación. Son cuatro receptores: de Ruffini, de Paccini, de Golgi-Mazzoni y de terminación libre.
Propioceptores vestibulares: se encuentran en el oído interno informando de la posición de la cabeza y del movimiento de esta.
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